“El ser humano es similar a una casa de huéspedes. Cada día llega alguien nuevo a su puerta: una alegría, una decepción, algo difícil o doloroso se presentarán como visitantes inesperados.
Dales la bienvenida y acógelos a todos, incluso si es una muchedumbre de preocupaciones la que vacía tu casa de sus muebles. Trata a cada huésped honorablemente, ya que podría estar vaciándote para una nueva delicia.
Ve a la puerta de entrada y recibe con una sonrisa al pensamiento oscuro, a la vergüenza, a la malicia, e invítales a pasar. Sé agradecido con cualquiera que venga, porque cada uno ha sido enviado como guardián del Más Allá.”
Rumi (siglo XIII)