Por Madeleine Sierra
Si vas a hablar en público, te recomiendo que lo ensayes previamente en tu casa, las veces que sea necesario.
Comienza por poner las manos en tu corazón, y quédate así un ratito sintiendo los latidos, para centrarte. Ahora conecta con el tema del que vas a hablar: ¿Por qué te importa a ti ese tema? ¿Hay algo que te apasiona de él? ¿De qué manera eso que vas a decir puede contribuir a enriquecer las vidas de quienes recibirán el mensaje?
Ahora sí, comienza a hablar como si estuvieras frente al público, siempre desde la conexión contigo (con tu cuerpo y tu corazón) y con el tema: que lo que digas surja del deseo de comunicarle a tu público eso que te importa a ti, porque si pierdes la conexión, si te disocias del tema, las palabras estarán vacías de ti: no estarán impregnadas de la emoción, que es la que hace que el público conecte.
¿Es recomendable filmarte mientras ensayas?
Depende. Si tiendes a juzgarte mucho mejor no te filmes. Al igual que usar un espejo al ensayar, filmarte es de mucho cuidado. Si te vas a filmar para ver si estás diciendo muletillas o generando tensiones y movimientos parásito, para luego reprimirlos, resultará contraproducente.
En cambio, si logras verte en el video sin juicios, con la intención de descubrir en qué partes sí estás y en qué partes o no estás, es decir en qué partes estás conectado con el tema y en qué partes no lo estás, en qué partes las palabras surgen del corazón y en qué partes surgen de la expectativa, te puede resultar de utilidad.
Porque cuando estás conectado con el tema, y éste te apasiona, tu gesto será el justo y el natural, ya no tendrás que preocuparte por él.